Ingeniero de producción
Acababa de terminar su grado en Ingeniería cuando Koen Brinker tuvo la oportunidad de empezar a trabajar en Ophtec. “Un novato”, ríe Koen, “que todavía tenía que aprenderlo y descubrirlo todo. Pero eso es lo bonito: me dieron todo el espacio que necesitaba para hacerlo. A estas alturas, este ingeniero de producción lleva ya un año trabajando en Ophtec, y espera con ilusión lo que está por venir. “Un año que me deja con ganas de más”.
Fue un amigo de su padre quien le dijo que había una vacante en Ophtec. “En aquel momento buscaban un operario, un puesto que en realidad requería un nivel educativo inferior al mío”, dice Koen. “Sin embargo, me pareció una gran empresa, así que decidí darle una oportunidad”. Enseguida encajó y por un momento pareció que había encontrado su trabajo. “Lamentablemente, tenían miedo de que me aburriera”, dice Koen. “Así que decidieron buscarme otro puesto, o incluso crear uno para mí”. Esta búsqueda se detuvo finalmente cuando resultó que no era posible. Sus caminos se separaron y Koen encontró otro trabajo. Hasta que, de repente, sonó el teléfono. Había una vacante para un ingeniero y querían hablar conmigo antes de empezar a contratar. Al parecer, se habían acordado de mí”.
“Prestar atención a las personas es clave en Ophtec”, dice Koen. “No eres un número, realmente importas”. En el verano de 2021, empezó a trabajar en su nuevo puesto. ¿Su primer proyecto? El desarrollo de un nuevo método de medición: “Muy emocionante”, admite Koen. “Durante los estudios te sobrecargan de teoría, pero ¿qué sabes realmente? Todavía tenía que descubrirlo todo”. Afortunadamente, Koen tuvo todas las oportunidades para hacerlo. “Un compañero me dijo: “Por mucha experiencia que tengas, nadie tiene todas las respuestas. Pruébalo, inténtalo. Se aprende más de los errores”. Así que Koen le dio un voto de confianza. “Y todavía lo hago de vez en cuando: sigo aprendiendo y desarrollándome cada día”.
Koen trabaja en el Departamento de Producción, junto con otros ingenieros, donde participa en varios proyectos. “Si tienes una formación técnica, hoy en día puedes trabajar en cualquier sitio. Las empresas hacen cola por ti. Sin embargo, lo mejor de Ophtec es que realmente estás haciendo algo bueno, algo de valor. Los productos que fabricamos ayudan a los demás”. Lo que hace que su trabajo en Ophtec sea tan bueno, según Koen, son las personas. “Por supuesto, se trata de un negocio familiar por tradición y ese sentimiento sigue ahí. Un carácter personal, abierto e implicado: todo el mundo importa, independientemente de su posición, origen o edad”.
Recientemente se ha creado la plataforma Young Ophtec, en la que también participa Koen. ¿Su objetivo? Fidelizar a los jóvenes que ya trabajan en Ophtec y atraer a nuevos jóvenes talentos. “Somos una empresa muy agradable y con muchas oportunidades. Deberíamos recalcarlo un poco más, tanto dentro como fuera de Ophtec”, dice Koen. “Cuando ves a tus compañeros más a menudo que a tus amigos y familiares, tu trabajo tiene que ser divertido y lleno de retos”. Si preguntamos a Koen, en Ophtec no faltan ni los retos ni la diversión. “¡Me quedaré aquí durante un tiempo!”.
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